PRISMARAMA: ADIÓS LEÓN
Pocos son aquellos artistas
pertenecientes a una banda, que deciden dejar de lado tal proyecto en conjunto para
satisfacer su curiosidad creativa, y explotar bajo un concepto personal todas
aquellas ideas que representen la esencia de su arte, y son todavía menos
aquellos que logran un impacto dentro de la industria con su proyecto. Muchos
valientes se quedan en el intento y logran únicamente degradar su prestigio y
el valor de su arte, perdiendo credibilidad en futuros lanzamientos y llegando
a quedar en el olvido.
León Larregui es uno de esos
casos de éxito, en donde logra diferenciar su esencia creativa de la de la
popular banda Zoé y marcar un estilo completamente ajeno, plasmando
completamente su visión personal y haciendo sus proyectos personales mucho más
íntimos e identificables. Su primer álbum solista fue el “Solstis” de 2012, siendo
este un llamativo disco, pues fue realizado durante su estancia en París,
Francia, lo cual empapó al álbum de influencias francesas, desde el idioma, la
arquitectura de la ciudad y obviamente el sonido de la música de dicho lugar. En
“Solstis” podemos encontrar algunos de sus más grandes éxitos comerciales como
lo son “Brillas” y “Como tú”, dos canciones pletóricamente románticas.
Posteriormente, y luego de
reanudar su actividad como vocalista de Zoé, en 2016 vuelve a su proyecto
solista con el álbum “Voluma”, el cual se diferenciaba del trabajo anterior,
contando con sonidos más pop/rock, sintetizadores que protagonizan el sonido de
las canciones y letras más profundas aún, con mensajes de conciencia que van
más allá de lo hecho por León anteriormente. De este trabajo proviene la
canción más exitosa de la carrera solista de León: “Locos”. El single ha sido
más redituable que el resto de la carrera del mexicano, siendo este uno de sus
más grandes éxitos.
No fue hasta mediados de este
año, 2023, que León retomó su trabajo personal, llegando a nosotros con “Prismarama”,
su más reciente álbum y también su despedida como solista, ya que al final de
la gira que trajo consigo el álbum, León se dedicara de lleno al trabajo de su
banda Zoé. Este álbum fue producido en su totalidad por el vocalista de Zoé,
desde la parte creativa en el estudio hasta la dirección de los videos, donde
incluso juega con elementos de IA (inteligencia artificial) en el video de “Su majestad la eternidad”.
En este álbum es en el que se puede encontrar
mayor diversidad de géneros musicales, pasando por el techno en la canción antes
mencionada, una slow-cumbia en “Incendio de amor/ Carmelita”, canciones en inglés
e incluso una llamativa pieza llamada “Quetzal”, la cual está cantada en náhuatl,
siendo algo que muy pocos se atreverían a lanzar, pero León Larregui nos ha acostumbrado
a enaltecer orgullosamente nuestra cultura, dándole lugar a este tipo de
contribuciones.
El éxito e impacto del trabajo de
León se ha dejado ver durante la gira “Prismarama”, en la cual recorrió toda la
República Mexicana, Estados Unidos y Sudamérica, siendo el pico de dicha gira
sus dos sold out en el Auditorio Nacional, dejando en claro que ha generado un
impacto relevante en el público latinoamericano. Sin duda, León es de esos
artistas que marcan la diferencia entre la búsqueda del éxito comercial y la
creación honesta, dejando de lado las tendencias y rompiendo paradigmas dentro
de la industria.
Excelente artículo!! Felicidades 👌
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